Adelgaza y esfuérzate por alcanzar las metas.
En la vida necesitamos tomar decisiones, algunas más importantes que otras, pero siempre estaremos pensando sobre los pros y los contras, porque no queremos dar pasos en falso. Cuando se trata de bajar de peso, las cosas podrían ser más sencillas, pues es evidente que tenemos razones para perder peso. Sin embargo, es bueno reafirmar mentalmente lo que queremos, trazando objetivos, visualizando el día de mañana.
¿Cómo te verás? ¿Qué harás que hoy no puedes hacer? ¿Cómo te relacionarás con los demás? ¿Habrá más confianza? Estas y otras preguntas, para iniciar este camino de motivación, te ayudarán para tomar firmeza.
Es necesario también tomar conciencia de algunos aspectos. Por ejemplo, que cada acción encaminada a perder peso sea una aventura que te genere placer, pues bien sabes que los seres humanos evitamos el dolor, siempre estamos en busca de sensaciones que nos brinden bienestar. Piensa en los beneficios de la alimentación sana. No solo consumas un alimento, sino que visualiza el futuro a través de la repetición, cada día, de una dieta sana. Lo más seguro es que te encuentres con una vida satisfactoria y longeva, y eso es lo que todos queremos: evitar enfermedades para que los años lleguen sin dolencias.
Ahora bien, algo fundamental cuando inicies tu dieta, es que ésta no sea restrictiva, en el sentido de que te genere esfuerzos grandes. Es preferible cumplir una dieta más acorde a tus capacidades, pues así lograrás cada objetivo, cada meta de forma sencilla y sentirás realmente que tu esfuerzo valió la pena.
Compra ropa para el futuro
Otro tip que te puede ayudar para adelgazar es que saques de tu armario la ropa que antes usabas, cuando eras delgada. Tu objetivo apuntará claramente hacia una meta: volver a vestir sin problemas esa prenda. Igualmente puedes comprar una o dos tallas menos de varias N con el objetivo de tenerlas siempre allí, cuestión que te pondrá más exigencia con la dieta. Asimismo, si tienes una foto de tus mejores días, cuando eras delgada, obsérvala, concientízate, anímate, porque volverás a ser como antes, repítele tú mismo al cerebro: esa es la meta.
Premios.
Siempre nos gustan las recompensas. Los esfuerzos deben ser premiados, porque es difícil el trabajo sin remuneración. Así que ten en cuenta que cada logro debes celebrarlo, y procura tener pequeños detalles contigo. Por ejemplo, si una semana fuiste estricta y lograste terminar el sábado o domingo según los planes trazados, es momento de un premio, algo que te agrade verdaderamente. Por último, es necesario que anotes desde la planificación, pasando por los logros y las metas que has alcanzado. Esto te ayudará a controlar el peso, la dieta, y a mantenerte motivada. La regulación y el control hacen parte de una dieta exitosa.
Es necesario la paciencia y la persistencia. Por eso, si puedes en el camino encontrar a alguien que comparta tus mismas inquietudes, no dudes en hacer planes juntos. Será una forma fácil de motivación. La pereza puede tomarte por sorpresa pero si esa persona está a tu lado y te valora, no dejará que decaigas.
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